jueves, 2 de julio de 2015

GLOSARIO DE CONCEPTOS DEMOGRÁFICOS.

Cohorte y generación. Cohorte es cualquier grupo humano definido por haber experimentado cierto acontecimiento en un mismo periodo de tiempo. El acontecimiento puede ser de muy diverso tipo, como el haberse casado, haber seguido un curso docente, haber publicado un libro, etc. (cohortes de casamientos, cohorte escolar, cohorte literaria...) Un caso específico de cohorte es la de nacimientos, es decir, la que constituyen las personas nacidas durante un mismo intervalo de tiempo (generalmente un año). A este tipo de cohorte se la llama, en demografía, "generación". Sin embargo, en muchas otras disciplinas se confunden ambos términos, y se habla de la "generación del 27", o de la "generación x" cuando, en estricta lógica demográfica, debería hablarse de cohortes. También es frecuente hablar de generaciones para referirse a los ascendientes y descendientes familiares dentro de una misma línea de filiación. Aunque este es, de hecho, el uso más antiguo y extendido, resulta menos unívoco y peor definido que el uso demográfico.

Crecimiento natural. (también llamado crecimiento vegetativo) Es la diferencia entre los nacimientos y las defunciones durante un determinado periodo. Se contrapone al "crecimiento migratorio", resultante de la diferencia entre las entradas y las salidas migratorias. El crecimiento natural suele convertirse en una tasa anual de crecimiento, expresada en porcentaje o en tanto por mil, cuando se lo relaciona con la población media del periodo.


Edad exacta y edad cumplida. La edad exacta es el intervalo transcurrido entre el nacimiento de una persona y el momento en que es observada. Se trata de un desideratum, ya que la exactitud es imposible en sentido estricto, pero se sobreentiende que requiere conocer, además de los años, también sus fracciones en meses y días. Lógicamente, sólo tiene sentido respecto a personas individuales. Cuando se tienen colectivos de personas, se clasifican en intervalos de edades, siendo el más común el de los años cumplidos. De hecho la edad cumplida corresponde al modo común de hablar de la edad: es el número de aniversarios cumplidos (los cumpleaños). Generalmente se agrupa la población en función de los años cumplidos, y ese es el tipo de tablas por edad más frecuente.


Edad media. Se trata de un indicador que resume en un sólo número la distribución por edades de una población. Se obtiene dividiendo la suma total de las edades de todas las personas que la componen, por el número de dichas personas. Cuando la población está distribuida por edades cumplidas o por grupos de más de un año se atribuye a cada persona la edad central del intervalo de edades (P.Ej: a todos los que ya han cumplido 3 años se les atribuyen 3'5, y a todos los que tienen 50-54 años se les atribuyen 52´5). Ello supone una aproximación aceptable casi siempre, aunque implica un error por exceso en los grupos muy ancianos. Obliga además a algún tipo de hipótesis cuando la población de las últimas edades se cuenta en un grupo "abierto", como "80 y más". La edad media crece en función del grado de envejecimiento de la población.
Donde "x" es la edad inicial de cada intervalo de edad; "n" la amplitud del intervalo (en 50-54 la amplitud es 5); y "P" es la población de cada intervalo.


Esperanza de vida al nacer
Número medio de años vividos por los miembros de una generación desde su nacimiento hasta su extinción (puede igualmente calcularse la esperanza de vida desde cualquier otra edad exacta hasta la extinción de la generación)
Es uno de los indicadores más conocidos sobre la mortalidad de las poblaciones. Su cálculo requiere conocer cual es la intensidad de la mortalidad en cada una de las edades, información con la cual puede construirse una tabla de mortalidad en la que se podrá ir calculando edad a edad cuantos supervivientes quedan, cuantos fallecen, qué probabilidades tienen de seguir vivos o de morir en un intervalo posterior de tiempo, y cuantos años de vida han sido vividos por todos ellos en cada intervalo de edad o en todo su ciclo de vida conjunto.
Generalmente las tablas de mortalidad no se construyen para generaciones reales sino simuladas a partir de la mortalidad de un cierto año (estudiar generaciones reales, aunque es perfectamente posible, supone estudiar generaciones extintas, y resulta difícil acumular la información necesaria). De hecho, este es el uso más corriente de la expresión "esperanza de vida": a partir de los datos de mortalidad de las personas de distintas edades en un periodo concreto, se construye la tabla de mortalidad de una generación ficticia que a lo largo de su vida fuese muriendo, hasta extinguirse, con la misma intensidad en cada edad con que mueren las personas en ese periodo concreto. Si el cálculo se ha hecho así, el término "esperanza de vida" resulta engañoso, porque parece reflejar expectativas futuras, cuando el indicador en realidad refleja únicamente las condiciones de la mortalidad presente. Su interpretación correcta, por muy retorcida que parezca, debería ser "el número medio de años que viviría una generación que, nacida el año XXXX, fuese muriendo a lo largo de sus sucesivas edades con la misma intensidad con que se muere en cada edad ese determinado año". Por ejemplo, la esperanza de vida femenina del año 2000 en España estaba en torno a los 82 años, pero no es cierto que las mujeres nacidas ese año vayan a vivir un promedio de 82 años. Sería cierto sólo si durante el próximo siglo, y hasta que se extinga por completo la generación femenina nacida en el año 2000, no se produjese ningún cambio en la supervivencia por edades. Es casi seguro que esa generación tendrá una vida media muy superior a los 82 años, por poco que haya retrocesos en la mortalidad en los años posteriores.


Fecundidad y fertilidad. La diferencia entre ambos conceptos es similar a la existente entre la realidad y la posibilidad. La fecundidad se refiere a los hijos habidos y la fertilidad a la "capacidad" de tenerlos. Se puede ser fértil y no haber tenido ningún hijo todavía, o se puede haber tenido hijos (ser fecundo) y, en cambio, haber perdido posteriormente la fertilidad.
En demografía la fecundidad hace alusión al número medio de hijos tenidos por una generación, casi siempre femenina, a lo largo de su vida reproductiva (aunque también es posible el mismo cálculo para la fecundidad masculina), si a esas mujeres no les afectase la mortalidad durante ese periodo de su vida. Puede construirse un indicador transversal similar, a partir de la fecundidad de las distintas edades en un mismo año, asimilándolas a las sucesivas edades de una generación fictícia. El resultado es el Índice Sintético de Fecundidad (ISF) de un año en particular, de hecho el indicador más común y generalmente llamado, sin más aclaraciones, "fecundidad" de ese año.
A menudo se confunden ambas denominaciones como resultado de una mala traducción del inglés. En el ámbito anglosajón su significado es exactamente el opuesto, de modo que "fertility" equivale a "fecundidad" en castellano, y "fecundity" a "fertilidad". Así, el indicador transversal de fecundidad (ISF), se llama en inglés "Total Fertility Rate" (TFR). Como buena parte de la literatura especializada y de las agencias de noticias usan el inglés, la traducción literal y, por lo tanto, errónea, al castellano resulta sumamente frecuente.



Fecundidad de "reemplazo"
Se refiere a la fecundidad mínima necesaria para que una población cerrada (las migraciones se entienden aparte) se mantenga indefinidamente en el tiempo sin disminuir su volumen, y suele cifrarse en 2,1 hijos por mujer como promedio (cada una debe reproducirse a sí misma y a su pareja, y el decimal se debe a que existen mujeres que no tienen ningún hijo). Sin embargo, pese a haber sido utilizado profusamente, y pese a haber servido para justificar políticas natalistas y alarmas sobre el futuro demográfico de muchos países, este nivel es falaz. Resulta de una mala utilización de los principios del análisis de la reproducción. La reproducción no depende únicamente de la fecundidad, sino que resulta de su balance con el otro componente, la mortalidad. En una población con una supervivencia escasa hasta las edades reproductivas, una fecundidad de 2,1 puede ser totalmente insuficiente. De hecho, históricamente, ha sido corriente que las poblaciones se mantuviesen sin apenas crecimiento pero a costa de fecundidades superiores a 5 hijos por mujer. Y, al contrario, una población cuya supervivencia no hace más que aumentar puede mantenerse en el tiempo con fecundidades inferiores al 2,1 mítico. El "reemplazo" poblacional, por tanto, y a diferencia del "reemplazo" individual, no depende sólo del número de hijos que tengan las personas, sino que depende también del tiempo que viven, ellas y sus descendientes.



Fenómenos renovables (o repetibles) y no renovablesEl nacimiento de un hijo, por ejemplo, es un acontecimiento que en la vida de una persona puede suceder varias veces; se trata, pues, de un suceso renovable. La muerte, por el contrario, es evidentemente un suceso no renovable. El matrimonio, en sí, es un acontecimiento renovable, pero el primer matrimonio (que determina una salida irreversible del estado de soltería) es un acontecimiento no repetible, del mismo modo que no es repetible el nacimiento del primer hijo.
La distinción no es gratuida. De hecho, los fenómenos no renovables, justamente porque determinan la salida de un individuo de un determinado estado (vida-muerte, soltería-unión matrimonial, infecundidad-fecundidad) permiten medir el fenómeno con una tabla de eliminación. Tales tablas describen la gradual salida de los miembros de una generación, en cada edad, del estado inicial (vivo, soltero, infecundo) y su entrada en el estado siguiente (difunto, casado, fecundo) a causa del fenómeno estudiado (defunción, matrimonio, nacimiento de un primer hijo).
Los acontecimientos renovables, por el contrario, no pueden ser estudiados con una tabla de eliminación. Un nacimiento, por ejemplo, no determina normalmente la salida de la madre del estado o cualidad de persona fecunda. La descripción de los fenómenos renovables, por lo tanto, debe hacerse con instrumentos conceptuales diferentes, si bien técnicamente afines.



Morbilidad. (Del inglés "morbility").Correspondiente, en términos poblacionales, de la enfermedad en términos individuales. Es la intensidad con que se muestran las enfermedades en una población. Debe distinguirse su incidencia (nuevos afectados por la enfermedad durante un intervalo de tiempo) y su prevalencia; (número de personas afectadas en un instante cualquiera)



Nacido vivo (definición jurídica). Nacido que sobrevive al menos las primeras 24 horas de vida. Es la condición legal para que el nacimiento pueda inscribirse en los libros del Registro Civil. Adoptando literalmente esta definición jurídica, las estadísticas españolas de nacimientos no incluían a los nacidos vivos muertos en las primeras 24 horas de vida, a diferencia de muchos otros países y de los criterios estadísticos internacionales. Una reforma estadística de 1975, entre otros importantes cambios, modificó la definición estadística (que no legal) de defunción y nacido vivo: las defunciones de los menores de 24 horas que hasta entonces se habían contabilizado aparte se incluyeron junto con las defunciones de los menores de un año, e igualmente se contabilizaron como nacidos vivos (hay que tener cuidado con esta ruptura de la serie histórica si se pretende hacer vaciado de los datos de nacimientos con periodos iniciados antes de la reforma. En ese caso deben buscarse tambén las defunciones en las primeras 24 horas de vida y añadirlas a los nacimientos).


Población cerrada / población abierta. Una población se considera cerrada cuando permanece compuesta exclusivamente por individuos que pertenecían a ella al nacer y que la abandonan solamente por defunción, pero no por emigración. La población cerrada se renueva solamente por la llegada de nuevas generaciones de nacidos, pero no por inmigración. La población de la Tierra es cerrada, pero entre las diferentes poblaciones que componen la especie humana es muy raro encontrar una perfectamente cerrada, porque movimientos migratorios, en mayor o menor medida, ocurren en todas partes. Sin embargo, en el análisis de la mayoría de los fenómenos demográficos se utilizan, en primer lugar, métodos adaptados a la medida del caso más simple, presuponiendo una población cerrada, y se indroducen después las modificaciones más oportunas para tener en cuenta los efectos de los movimientos migratorios.



Población de derecho / población de hecho
Se trata de una distinción jurídica-administrativa. La población de derecho es la empadronada en un determinado lugar (los "residentes"), de manera que es allí donde ejerce derechos civiles (como el voto). Pero la ubicación real de una person apuede ser otra en el momento en que se realiza una operación de recuento poblacional, como el Censo. Se habla entonces de población de hecho, independientemente de si está empadronada o no en el lugar en que se encuentra. Por ello resulta habitual que ambas poblaciones no coincidan.
Esta distinción da lugar a otras, derivadas: la que se hace, dentro de la población de hecho, entre los residentes y los transeuntes (aquellos que aparecen en el recuento pero que en realidad son población de derecho en otro municipio); la que se hace, dentro de la población de derecho, entre la población presente y la población ausente.


intensidad y calendarioComo primera aproximación, puede decirse que la intensidad mide la frecuencia de los acontecimientos característicos del fenómeno en el curso del ciclo de vida de una generación. Tal frecuencia se mide generalmente como valor medio por cada componente de la generación. Así, diremos que, en relación a la mortalidad, la generación nacida en un determinado año ha tenido una intensidad igual a 1 (y ésto es obvio; el suceso muerte afecta a todos y el número medio de sucesos por persona en cada generación no puede ser otro que 1); igual a 0,9 para la nupcialidad (puesto que sólo el 90% de los componentes ha contraído un primer matrimonio), igual a 4 para la fecundidad (han sido traídos al mundo 4 hijos por persona como media), 1,5 para la movilidad (cada individuo ha cambiado de residencia, en término medio, 1 vez y media). Por calendario, en cambio, se entiende la distribución por edad del fenómeno durante el ciclo de vida, distribución que podrá ser más o menos precoz, más o menos joven y que puede sintetizarse con diversos indicadores. Un índice sintético del calendario es, por ejemplo, la edad media en la cual ocurre el suceso o fenómeno considerado; así, por ejemplo, en la generación antes ejemplificada, el índice de calendario de la mortalidad (edad media a la muerte) es de 60 años; el de la nupcialidad es de 25 años (edad media al matrimonio); el de la fecundidad de 27 (edad media al nacimiento del primer hijo), el de la movilidad es 30 (edad media a la migración). Estos conceptos de intensidad y calendario, y su medida, son esenciales para la adecuada descripción de los fenómenos demográficos.

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